NOTAS AMBIENTALES Y ETNOGRÁFICAS DEL BARRANCO DEL ÁLAMO Y LOMO DE LOS CARAMUJOS
El Ayuntamiento de Teror ha habilitado diversas rutas en el término municipal entre las que se encuentra la ya muy conocida del barranco del Álamo y los lomos cercanos. Entre ellos fijaremos la atención concretamente en el de Los Caramujos.
El barranco del Álamo debe su nombre al árbol del mismo nombre, el cual tiene una frase en la que se dice que "eres más mentiroso que un álamo" ya que las hojas de este árbol tienen diferente tonalidad en la cara y en el envés. Otros topónimos como "El Angosto" o "El Moñigal" pueden referirse a la estrechez de un paso y a la presencia de ganado respectivamente. El sustantivo "Caramujo" no aparece en el diccionario de la Academia Canaria de la Lengua y su significado en el DRAE es el de rosal silvestre o zarza.
En el barranco, dentro del cual se aprecia la frescura propia de las medianías, aparecen especies vegetales autóctonas y alóctonas. Entre las primeras podemos encontrar palmeras canarias (Phoenix canariensis) y laureles (Laurus novocanariensis). Entre las segundas aparece el eucalipto (Eucaliptus globulus) así como el propio álamo (Populus alba). Algunos ejemplares de eucalipto situados en el cauce se encuentran anillados. De este modo, a priori, se puede establecer que el barranco está situado en la transición entre el bosque termófilo y el monteverde. En las laderas de los lomos adyacentes aparece vegetación alóctona de características más áridas como la pita (Agave americana) y la tunera (Opuntia ssp.) junto con otras especies de sustitución del monteverde y del bosque termófilo en sus formaciones más húmedas.
En cuento a los valores etnográficos, una vez en el cauce del barranco nos encontramos con un puente de mampostería así como estructuras relacionadas con la cultura del agua, como lavaderos y acequias. Del mismo modo también podemos encontrar trazas de caminos de herradura que cruzan el barranco desde los pagos de los lomos circundantes.
En el hábitat tradicional podemos observar algunos ejemplos de casa tradicional, con tejado a dos aguas. Quedan pocas con sus características originales además de otros ejemplos con reformas que han variado su naturaleza. En Las Cuevas y en el Lomo de los Caramujos encontramos ejemplos del hábitat en cuevas, tan propio de Canarias, incluyendo cuevas de habitación y cuevas para la guarda de animales, las gañanías.
Todos estos elementos nos muestran un biotopo influido por los alisios, y su asociado mar de nubes, con aportes altos de humedad más las aportaciones de las borrascas, elementos que se van modificando hacia una mayor sequedad debido al calentamiento global. Esto deriva en una vegetación potencial de transición entre el bosque termófilo y el monteverde. Esta vegetación tras posibles alteraciones en la etapa precolonial, fue transformada con mayor intensidad a partir de la etapa de colonización, primero con la tala del bosque y luego con el uso de la economía tradicional que asocia agricultura de subsistencia con la ganadería vinculada a las unidades familiares y el pastoreo. La quiebra de la sociedad tradicional supone el abandono de las actividades señaladas y, en algunos casos, el avance de la vegetación propia de la zona pero también la expansión de otras especies como pitas y tuneras.
En la foto de la FEDAC se aprecia como era el barranco de Teror hacia 1893, lo que nos ofrece el paisaje propio de la economía tradicional.
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