La Dehesa de Tamaraceite

 La palabra Dehesa viene derivada del latín Defesa y significa lugar acotado, defensa. Por ello, sería una "parte de tierra acotada, destinada comunmente para pasto de ganados". En las ordenanzas de Gran Canaria de 1531 se mencionan las dehesas de Tafira, Tamaraceite, Tasaute, Vega Vieja, Vegueta de Porras, Tasautejo y Gamonal, siendo dehesas concejiles las de Tamaraceite, Arucas, Tamaragáldar y Pico Viento. 

La Dehesa de Tamaraceite, en concreto, aparece en 1551 tanto en cuanto se permite cultivar un trozo aunque siga formando parte de la dehesa, por parte del licenciado y regidor Francisco Pérez de Espinosa. 

En la evolución de este espacio influye una orden de Felipe II de 1590 para que los soldados españoles enviados a Canarias se alojaran en casas de los naturales. Al producirse abusos, se entregó el usufructo de la dehesa a quienes habían alojado a los soldados, en 1600. 

En 1775 se realiza una subasta entre los vecinos con el fin de arrendar las tierras de modo que se midieron 45 fanegas y 10 celemines de tierras de labradío y eriales y luego se subarrendó en suertes. 

En 1809 se rematan las tierras en una puja y se otorgan escrituras de venta. 

En la actualidad se conserva el topónimo en la parte baja del Lomo del Diviso así como parte de los topónimos de la división de 1775 como Hoya Andrea, La Herradura y Lomo de los Dragos, entre otros. Algunos lugares, como La Zarzuela y el Llano de la Cobranza, han sido sepultados por la urbanización de Tamaraceite sur. 

Parte de este espacio de gran riqueza agrícola ha ido cediendo a la urbanización, primero de autoconstrucción, como el caso de Hoya Andrea, y luego a través de planes parciales como el mencionado Tamaraceite sur. 

En la zona que aún se sigue denominando la Dehesa aún existen tierras cultivadas, en este momento de plataneras, como igualmente ocurre hacia el oeste en torno a los barriales (estanques de barro) de la Vega de San Lorenzo, todo ello al sur de la autovía GC-3. 

En el necesario equilibrio territorial se hace necesario preservar estar tierras de cultivo y sus rasgos culturales asociados, como los estanques de barro y toda la cultura del agua asociada. 

BIBLIOGRAFÍA. 

Humberto Pérez. Toponimia de Gran Canaria

Sergio Aguiar Castellano. "La Dehesa" en Guía de Gran Canaria. 











Comentarios

Entradas populares de este blog

NOTAS AMBIENTALES Y ETNOGRÁFICAS DEL BARRANCO DEL ÁLAMO Y LOMO DE LOS CARAMUJOS

CONSIDERACIONES SOBRE LOS TRENES EN GRAN CANARIA Y TENERIFE

EL CULTO A LOS ASTROS EN LA VIDA DE LOS ANTIGUOS CANARIOS