Notas sobre los antiguos pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales
La zona de Trasierra de Gran Canaria mantiene los mejores pinares de la isla. Los pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales se incluyeron entre las tierras realengas tras la guerra de conquista. Anteriormente fueron utilizados por la población indígena como zona de pastoreo de invierno, uso que perviviría tal y como veremos. Estos pinares fueron correspondientes al pueblo de la Sierra de Tejeda que incluía, además del actual municipio de Tejeda, los de Mogán y La Aldea. Los márgenes de este macizo antiguo fueron ocupados por por vecinos de Tejeda, como en El Juncal, Mogán, Veneguera y Arguineguín, en el límite de la jurisdicción de Las Tirajanas. Los aldeanos ocupan terrenos en Linagua, Pino Gordo, Salados y Vigaroe (Pérez, H., 2016)
En el siglo XVIII estos
pinares quedaron incluidos en el Catálogo de Bienes Exceptuados de la
Desamortización lo cual impidió su subasta pública. Debido a ello continuó
siendo monte público y se mantuvieron en el Catálogo de Utilidad Pública.
Debido a ello, y aunque resultaron muy castigados con los usos que
describiremos, los pinares consiguieron mantener un claro vuelo arbóreo
(Cabildo de Gran Canaria, 1986)
En ese momento, su
carácter público no impidió usos ilegales tanto ganaderos como leñadores y
carboneros. De esta manera, los productos que salen del monte son la resina, el
carbón vegetal, la pinocha y la brea, así como los productos propios de la
ganadería. El aumento de la densidad de población, junto con una distribución
desigual de las tierras da lugar al aumento de la actividad en los pinares como
medio de sustento.
En cuanto a la
explotación de la tea de los pinos viejos para la brea nos quedan topónimos
como la Montaña de los Hornos, más conocida como Montaña de Inagua, y otros
como Las Carboneras, relacionado con este oficio. La brea se explotaba para
calafatear los barcos, logrando su impermeabilización, y para usos medicinales.
En cuanto a la resina
extraída de los troncos, en este caso no se corta el pino sino que se hace una
herida en su base. Se obtienen tillas que son usadas como encendedores y para
separar las vigas de madera de las casas.
La pinocha, recogida por
los pinocheros, se utilizaba para el empaquetado de plátanos y para hacer
abonos orgánicos junto con el estiércol de las vacas, cabras y ovejas que se encuentran en las
explotaciones agrarias.
Otro uso en este macizo
fue el pastoreo trashumante en el que los ganados que en invierno se encuentran
en los barrancos de Mogán, Veneguera, Tasarte y Tasartico, en verano eran
llevados hacia las alturas del macizo.
En 1953 se estableció el Decreto
de Perímetro Obligatorio de Repoblación que recogía que se debían repoblar las
fincas de más de 10 has, con lo que se vieron afectadas unas ocho mil has. en
el total de la isla afectando a los claros que habían quedado en los pinares de
Inagua, Ojeda y Pajonales.
En la actualidad este
espacio es una Reserva Natural Integral, declarada en 1994. Anteriormente fue
declarado Parque Natural, en 1987, y Refugio Nacional de Caza, en 1972.
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