LOS OFICIOS FORESTALES EN EL MONTE DE GRAN CANARIA
El aprovechamiento de los recursos forestales es una constante en la historia de la humanidad. Desde la época precolonial, las poblaciones canarias los aprovecharon también, sobreviviendo algunos elementos de gran interés que muestran esta relación. Tras la guerra de conquista siguió este aprovechamiento aunque de manera más intensa debido a la implementación de una economía colonial con el primer monocultivo asociado, la caña de azúcar, que demandaba una gran cantidad de leña para hacer funcionar los ingenios, así como usos en la fabricación de casas, barcos, diversos útiles, carbón vegetal y otras cuestiones.
Este aprovechamiento, que dejó de ser sostenible, supuso un rápido retroceso de las masas forestales, afectando también al pinar. En el caso concreto del pinar en torno a los Llanos de la Pez, su desaparición se produjo en el siglo XVII, desarrollándose posteriormente un uso ganadero con pequeñas explotaciones agrícolas para el sustento de la población que vivía en la zona.
En la toponimia de la zona quedaron reflejados estos usos forestales y agroganaderos. Así, de este modo, aparecen los nombrados Llanos de la Pez, siendo la Pez el resultado del tratamiento de la tea del pino con el fin de calafatear (imperpeabilizar) los barcos, Corral de los Juncos, Llano del Garañón, siendo el garañón un macho cabrío; Cañada del Goro, Cortijo de los Hornos, por los hornos de Tea y Cortijo de Huertas, entre otros.
En el Llano del Garañón, muy cerca de La Portada y del campamento El Garañón, se ubicó a finales de la década de los ´90 del siglo XX un Parque Temático de Oficios Forestales Tradicionales. Recogió la recreación de un total de ocho instalaciones relacionadas con oficios forestales, que fueron las siguientes:
Aserradero tradicional, Recibos de pinocha, lugares donde se recibían los haces o manadas de pinocha; hoya de carbón, para la elaboración de carbón vegetal, que solía incluir un refugio para los carboneros al ser necesario controlar la hoya durante varios días. En Gran Canaria se usó la hoya cubana y la hoya cumplida o de parva tradicional. También se encuentra un horno de brea, para el calentamiento o quema de la tea de los pinos; un secadero de piñas de pino, para lograr semillas para la reforestación; y un vivero tradicional, para el que se utilizaban canutos de caña. Todo ello se instaló a modo de circuito a recorrer agradablemente en medio del pinar con apoyo de paneles informativos.
Por desgracia, al poco tiempo, se produce el abandono y cierre del Parque Temático, de modo que lleva en esta situación más de década y media. Con ello se pierde un recurso de gran interés, integrado en el medio, para comprender el desempeño histórico en el monte de Gran Canaria que, además, se encuentra situado muy cerca del campamento El Garañón y del Área Recreativa de Llanos de la Pez con lo que se puede conocer, se podría si se procediera a su reapertura, a través de un recorrido circular por los Llanos de la Pez y El Garañón.
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