NOTAS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL MEDIO NATURAL Y EL HÁBITAT DE ARTENARA
El establecimiento de grupos humanos en un hábitat determinado vino establecido la mayor parte de la historia de la humanidad teniendo en cuenta los elementos del medio natural así como de condicionamientos socioeconómicos. En las presentes anotaciones veremos el caso de Artenara, concretamente el núcleo que forma la capital del término municipal.
Según el trabajo del historiador y doctor en Filología Ignacio Reyes el significado del término Artenara es el siguiente "Artenaran Del maz.tk *artăy-naran, m. col. lit. ‘conjunto de cejas’, fig. ‘caserío (en cuevas)’". Este significado expresa el tipo de hábitat tradicional en este núcleo. Podemos observar que la mayor parte del hábitat en cuevas se establece en la zona denominada Las Moradas, que hace referencia a excavaciones en el suelo o la roca. El sector de Las Moradas se encuentra a sotavento, es decir, a resguardo de los vientos dominantes del norte-nordeste, los alisios. El sector urbanizado por medio de casas terreras es bastante reciente teniendo en cuenta la larga historia del asentamiento como se atestigua en algunas de las fotos que se incluyen.
Las características del clima en la zona establecen los vientos dominantes mencionados que se ven acelerados al encontrarse el núcleo en una degollada lo que hace que la zona situada a sotavento sea la más adecuada para el hábitat. Es necesario añadir que el hábitat dominante en este sector de la isla es, del mismo modo, el hábitat en cuevas, generalmente situadas en la solana al igual que el núcleo de Artenara aunque con características que varían según las condiciones de los diferentes lomos y barrancos del sector.
Este tipo de hábitat viene siendo reproducido desde la etapa precolonial hasta la actualidad donde siguen siendo utilizadas gran cantidad de viviendas de esta tipología. Se trata de una adaptación al medio que ofrece unas condiciones estables de temperatura y humedad a lo largo del año independientemente de las condiciones meteorológicas del exterior.
La situación a sotavento revela una adaptación más, esta vez referida a la respuesta a la orientación dominante de los vientos, como se ha expresado anteriormente. En épocas posteriores, más cercanas a la actualidad, el aumento de la densidad edificatoria ha dado lugar a la construcción de un nuevo hábitat que, por diferentes circunstancias, ya no tiene tan en cuenta las condiciones meteorológicas y geomorfológicas para la construcción de viviendas.
Ermita de Artenara en 1890. s/a
Comentarios
Publicar un comentario